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EL EVANGELIO SEGÚN EDUARDO

El reconocido cineasta nacional Eduardo Mendoza, quien se confiesa un director estricto y exigente, nos habla de su más reciente éxito cinematográfico, de los logros obtenidos, y proyectos que datan de mucho tiempo, finalmente consagrados.

Publicado: 2013-10-16

Un policía. Un chofer de autobús. Un hincha acérrimo de un conocido club deportivo de fútbol. Son tres de los personajes cuyos dilemas y demonios se irán disolviendo al sumergirse en la misma multitud que conforma la tradicional procesión del Señor de los Milagros, la cual de hecho, sale este viernes 18 de octubre, no sin antes ser precedida por “El evangelio de la carne”.  

Y es que el Evangelio ya se encuentra entre nosotros, desde su exhibición y su triunfo en el reciente 17° Festival de Cine de Lima. Son tres premios que tiene bajo el brazo su director, Eduardo Mendoza, gracias a esa destreza, experiencia, y una fe de la que, confiesa, se ha apoyado para poder consolidar este proyecto que data desde hace muchos años.

Hoy jueves 17, se estrena este filme a nivel nacional, en 55 salas de cine. El director revela que su historia ha trastocado, haciendo que la colmen de elogios y aplausos; de hecho quienes la han podido ver como película en competencia del Festival pueden dar crédito de ello…bueno eso, y el premio del Público a Mejor película peruana, Premio de la Asociación Peruana de Comunicadores “Monseñor Luciano Metzinger”, y el Premio Titra 2013. No obstante, el camino no ha sido tan sencillo, según las propias palabras del director, quien revela más pasajes, incidentes y contratiempos a continuación…


¿Usted debe de ser creyente no?...Para haber hecho una película que relate la cuestión de la fe…
Yo entiendo la fe de dos maneras: una como una creencia, energía superior o fuerza espiritual, que te trasciende, que es inalcanzable y que va más allá; pero también la entiendo como una voluntad, una lucha por intentar conseguir lo que uno quiere a pesar de los obstáculos que existan en el camino. Esa fe entendida como una apuesta, una perseverancia, un “no desmayar nunca”…eso es lo que me interesa en sí, plasmar en mi película…
Es ahí entonces, donde parte la idea original de este filme, o ¿desde cuando se remontan sus orígenes?
Bueno, la semilla de este guión viene de una historia que escribí hace 10 años que se llama “El baile de los que sobran”; que justo toca temas presentes en mi última película (El evangelio de la carne). De hecho, agrupa muchas cosas vividas a lo largo de este tiempo, las cuales me ayudaron a darme cuenta que ya me encontraba preparado para realizar una película de estas características.
En la reciente edición del 17° Festival de Cine de Lima, mencionó que “El evangelio de la carne” era su película más personal. ¿A qué se quiso referir específicamente?

“El evangelio de la carne”, como te comentaba, es la película que quise hacer desde hace mucho. Es ahí donde he querido sentar todas las experiencias vividas y adquiridas durante todo este tiempo que me tomó concebirla. La idea de haberme puesto solo a repasar, como tres a cuatro meses con cada uno de los actores el guión y sus respectivos personajes, me dio esa sensación de que ya estaba llegando a ese punto culminante, pero necesario de todo lo que necesitaba para sentirme capaz de rodar esta película; una propuesta más íntima, con unas historias que podría parecer complejas, en locaciones no tan amistosas en algunos casos, y un rodaje que sin duda, nos demandó harto esfuerzo y tiempo, tanto a los actores, como a todo el equipo de producción y filmación, y bueno…Solo requería haber pasado todo ese periodo (del repaso del guión), para sentir que ya tenía las cosas claras, en lo que debía ser el sentimiento de la película…

"el evangelio de la carne". afiche película.

¿Qué es lo que busca Eduardo Mendoza con este reciente filme: remarcar y destacar más nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia, es decir, todo lo que somos como criollos, limeños, peruanos…?
Exacto. Algo que yo me propuse, y que quise transmitir en la película fue poner a Lima como protagonista. Y yo quería que la gente viera los mercados, donde muchos van en busca, no sé, de un buen caldo de gallina, o por un plato de chanfainita. O los lugares donde cambian los dólares, como el jirón Ocoña. Los estadios, que son como templos para los hinchas y barristas. Sus iglesias. Las plazas, o las mismas calles. Y recorrer Lima, lo cual tenía un costo en términos de tiempo, dinero, y sobre todo, de energía, enorme. Porque es mucho más fácil grabar dentro de un restaurante, cerrado, donde todo está controlado, y es más seguro, en comparación a un mercado donde hay cientos, o miles de personas. Pero claro, un mercado te da otra sensación, eso sí. Entonces, yo quería ver Lima, que podría ser una ciudad hostil, pero también es una ciudad palpitante. Quería retratar eso, pero era complicado. Aun así nos mandamos a hacerla. Estuvimos en distritos como Villa El Salvador, Chorrillos, Barranco, Lince, Jesús María, Los Olivos, Comas. Lugares concurridos como la Plaza San Martín, el jirón de la Unión, los alrededores del estadio de Matute, del Monumental. En la misma procesión del Señor de los Milagros, en todos esos lugares…
Si bien hubieron lugares y lugares, me llaman mucho la atención, y me da cierta curiosidad dos escenarios en especial: el de las barras bravas y el de la procesión del Señor de los Milagros. ¿Cómo fue adentrarse en el momento preciso en ambas situaciones?
Fue complicado. En el tema de la hinchada, de las barras bravas, hubo unas escenas que grabamos por Huaylas, Chorrillos. Era un sitio manejado por hinchas donde todos eran de Alianza Lima, y estábamos en ese instante con actores que personificaban a hinchas de Universitario. Y hubo, pues momentos de riesgo, ya que no lo entendían como el rodaje de una película, sino como un acto de provocación, una falta de respeto que en su barrio hubiera gente con la camiseta de la “U”…Fueron momentos bien tensos, muchos. Pero finalmente, sacamos adelante la cosa, e incluso llegaron a participar en la película, porque otro detalle que destacó, es que los barristas que salen en algunas escenas no son actores, son los propios hinchas; los fieles de la procesión son ellos mismos, los cambistas son los cambistas. Está la gente que es parte de todos estos sitios, son parte de ellos y hacen de Lima una ciudad única.
¿Eduardo Mendoza es hincha de la “U”?
…Bueno, sí (sonríe).
Entonces esto le impulsó a crear un personaje hincha de este equipo…
No quisiera tampoco que esto se vea polarizado. No quiero que se entienda que es una película hecha por un hincha de la “U”, para nada. Es una historia que va más allá del tema de las barras bravas. Como por ejemplo, el drama del muchacho, y su hermano cuando intenta sacarlo de prisión antes de que cumpla su mayoría de edad y lo trasladen a una cárcel de mayores. Podría ser un mundo cercano a mí, pero no es un filme “pro-universitario”, o pro-alianza, ni va contra este equipo. De hecho, se reconocen a ambos como los dos equipos de fútbol más populares y fervorosos, con más hinchas en todo el Perú, y que pueden paralizar la ciudad. Tanto un clásico entre estos equipos deportivos, y la salida del Señor de los Milagros, casi siempre han paralizado Lima, y eso es justamente lo que se busca mostrar.
Menciono ya a uno de los protagonistas, Narciso. Pero también están las otras dos historias: la del policía, encarnado por Giovanni Ciccia, y la del personaje interpretado por Ismael Contreras. Al tener en cuenta que, son tres hombres, cuyas tramas en un inicio son independientes, que se dan en lugares diferentes y escenarios distintos a pesar de estar en Lima; pero que luego terminan entrelazándose en un momento dado, se me viene a la mente algunas películas que han venido manejando ese estilo de plasmar múltiples historias relacionadas no tan directamente, como Amores Perros, 21 gramos y Babel, todas del mexicano Alejandro González Iñarritu. ¿Hay algo de ese estilo en su película?
No, no. Para nada. De hecho la estructura de El evangelio… es bien particular. La manera en que está editada. Por ejemplo, si recuerdas Amores Perros, te das cuenta que cada historia acaba y termina, y hasta hay un rótulo que la presenta antes, como cuando arranca la historia de Octavio y Susana; luego culmina y da paso a la siguiente trama. En cambio, lo que me he propuesto con las historias que he planteado, es que vayan las tres en paralelo, que el espectador las pueda seguir desde un inicio…y dentro de las tres viajas en el tiempo. Es otro esquema, totalmente diferente. Son tres historias que van, en paralelo, de manera simultánea, y cada una tiene un compartimento, como una especie de “caja china”, donde vas y vienes en el tiempo. Entonces, fuera que son tres historias, por lo demás, no tienen nada que ver con otros filmes.
Al hablarme de la inclusión de actores no profesionales, como los hinchas o cambistas, ¿Qué tan fácil o difícil fue trabajar con ellos, para un proyecto que usted se tomó como el más personal de su carrera?
Cuando llegaron los actores “no actores”, fue cuestión de meterlos al tono mismo del filme, con papeles pequeños, claro Procuraba en todo caso, que no tuvieran papeles tan demandantes…
Digamos, sin mucho esfuerzo…

Eso del esfuerzo lo demanda más el elenco principal y hasta los roles secundarios. Y es que a veces pasa que se caen algunos papeles secundarios, y te dices “bueno, lo puede hacer cualquiera, ¿no?”. Pero yo quise ser riguroso, muy jodido (sonríe) en ese sentido, y quise contar con actores profesionales no solo para los papeles principales sino para otros. Por ejemplo, están Gianfranco Brero, Aristóteles Picho, Norma Martínez, quien tiene unas cuatro o cinco escenas donde está espectacular. Todos esos personajes de reparto están interpretados por buenos actores, quienes estaban muy comprometidos con la película, al igual que el resto del elenco.

EDUARDO MENDOZA DE ECHAVE (2 DE) ABAJO) DIRECTOR DE  "EL EVANGELIO DE LA CARNE"
EN CEREMONIA DE PREMIACIÓN CON GANADORES EN
LA 17° EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CINE DE LIMA. FOTO: ANTHONY APAZA.

Respecto al elenco principal de la trama, ¿pensó siempre en quienes conforman el reparto, o tenía en mente otros nombres?
La dupla de policías, me tomó tiempo definirla, en un casting casi larguísimo…hasta que conocí a Lucho Cáceres, a quien no conocía laboralmente hablando. Luego vi su trabajo en Cielo Oscuro. Me gustó. Le hice la prueba, y me pareció un actor inteligente, muy intuitivo. Después lo junté con Giovanni Ciccia, con quien ya había trabajado en tres de mis películas, y cuando los vi, encontré una dupla muy buena…
El sumergirse en la piel de cada personaje, ¿Qué tanto les costó a cada uno de los actores; fue en el acto, o cuánto tiempo les tomó?

Fue difícil, porque es una película muy dura. Por ejemplo, a Jimena Lindo le afectaron algunas escenas. Al mismo Giovanni. A muchos les afectó, debido a los dilemas y a la situación crítica a la que se enfrentan…

EDUARDO MENDOZA DE ECHAVE (DE) Y JAVIER CORCUERA (IZ), DIRECTORES PREMIADOS EN EL 17 FESTIVAL DE CINE DE LIMA.
 FOTO: ANTHONY APAZA .

Pero al parecer al público que pudo verla en el Festival de Cine de Lima le cautivó por completo la trama…
Bueno sí. Hubo reconocimientos como el premio del Público a mejor película peruana, y el de la Asociación Peruana de Comunicadores. Pero más allá de ello, de los premios que son lindos y los disfrutas, lo que a mí se me quedó grabado fue la primera vez que pasamos la película, la gente al término de la función se puso de pie, aplaudió y se quedaron así unos seis, siete, ocho minutos ante la pantalla, parados…
Teniendo en cuenta que por pocas películas peruanas apenas el público se digan a ponerse de pie…
(Risas) En general, por películas de donde sea. Es raro ver eso. No es común, y sobre todo, como dices, menos por una película peruana…Si bien los premios pueden ser motivadores, no hay nada mejor que haber visto en las cuatro funciones que tuvimos en el Festival de Lima gente que lo vivía; que se emocionaba, que realmente lograban…
Sentir suya la historia.

Exacto. Y eso fue para mí lo más valioso y lo más reconfortante.


Escrito por

Anthony Apaza

Joven de 26 años, recién egresado de periodismo. Amante fiel del cine, el teatro, de la música, la literatura, el arte. En fin.


Publicado en

La voz de miles

No somos cientos, aunque tampoco millones; pero fácil somos miles quienes tenemos ganas de decir algo, de cambiar algo, de expresarnos...